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Heroes de la fe- Misioneros

PORTALES  DE  ESPLENDOR


CREDITOS: www.decristoparati.blogspot.com
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Basada en una historia real, cuenta cuando un grupo de misioneros cristianos viaja hacia las selvas del Amazonas en busca de una tríbu llamada los Waodani, esta tribu esta formada por varios guerreros violentos y como tal no conocen lo que es la civilización. Debido a que un integrante de la tribu dice que vinieron a matarles con sus armas deciden ir por ellos y matar a los 5 misioneros, sin embargo las esposas de estos misioneros y sus familias deciden irse a vivir entre los Waodani para compartirles la Palabra de Dios. Basicamente la historia es narrada por uno de los hijos de un misionero que fue asesinado por los Waodani, este crece entre la tribu y ya adulto se da cuenta que su mejor amigo "Minkayani" (uno de los salvajes ya convertido a Cristo) fue quien asesinó a su padre, Minkayani dice que en el momento de clavarle la lanza a su padre pudo ver como Dios estaba con los misioneros, confesándole que su padre entregó su propia vida. Una buena película que nos habla del perdón y la comprensión, además de contar con unos hermosos escenarios naturales.
Le invitamos ver una parte de esta historia de coraje, amor y sacrificio, estoy seguro que conmovera sus corazones.






Publicado el 31 December 2009.

Por César Aníbal Villamil
Corría el año 1955 y Don Richardson y Carol Soderstrom, quien pocos años después sería su esposa, eran estudiantes del Instituto de la Pradera, en Canadá y escuchaban deslumbrados la conferencia de un grande entre los grandes del campo misionero, el Sr. Ebenezer G. Vine. Minuto a minuto Don, Carol y muchos otros estudiantes eran impactados por la profunda voz del Sr. Vine quien los instaba a partir al campo misionero.
Muchos de aquellos estudiantes recordarían la nudosa mano del Sr. Vine dirigida hacia el hipotético campo misionero cuando se reunieron, ya como misioneros, en las agrestes selvas de Nueva Guinea.
En 1962, a Don y Carol les fue encomendada la tarea misionera entre el pueblo sawi, una tribu que habitaba en los profundo de la selva, vivía en la edad de piedra y practicaba el canibalismo.
Poco a poco, los Richardson se fueron ganando la confianza de los sawis, aprendieron su idioma y costumbres y comenzaron a hablarles acerca de Dios y de cómo los amaba.

Los sawis los recibieron afectuosamente y les abrieron sus corazones. Al tiempo, los Richardson comenzaron a ser parte de la comunidad. Si bien algunos elementos culturales y de tradición chocaban con la cultura occidental, los Richardson comprendieron que debían aceptarlos tal y como eran; y así lo hicieron, con la excepción de una práctica muy arraigada que de inmediato trataron de erradicar: el canibalismo. Pero esta práctica tenía un agregado todavía peor. El hombre que era considerado como el mejor entre todos los hombres era aquel que conseguía hacerse amigo de alguien de alguna otra tribu y luego de ganarse su confianza absoluta lo llevaba hacia una emboscada donde él y los otros hombres sawis lo mataban y comían en un festival sangriento y cruel. El hombre que planeara y llevara a cabo la mejor traición era considerado como el mejor entre los sawis.
Si bien los Richardson trataban de combatir esa práctica se les hacía muy difícil. Lo único que lograron fue que hicieran todo a sus espaldas. Mas aqui

Puedes leer y bajarte en formato PDF, parte de esta historia  como ver un fragmento en video de esta historia llevada a la pantalla  grande. Para mi fue impactante y un desafio  a  las misiones, cuando por primeravez vi esta hermosa historia en el seminario hace ya unos buenos anos atras. Bajar aqui  Tambien  puedes ver este video  en http://www.youtube.com/watch?v=eTX-KWjK9L8



Hudson  Taylor
Misionero al interior de la China


El Sr. Taylor estimulaba y fortalecía la vida espiritual de su hijo. A diario, durante su niñez, Hudson era llamado a la habitación de su padre, par tener un rato de oración y estudio bíblico. Además se le enseño a tener su propio tiempo devocional a solas con Dios. Pronto aprendió a dedicar unos minutos antes del desayuno, y otros por la tarde, a la lectura de la palabra de Dios y a la oración.